Otro de los aspectos que forman parte del proceso del cáncer y que a muchos pacientes preocupa es la cirugía oncológica. Atrás quedaron las técnicas quirúrgicas de grandes amputaciones de extremidades y de órganos, que tuvieron su motivación terapéutica durante casi todo el siglo pasado.
Hoy día la cirugía conservadora asociada a la terapia radiante y a la quimioterapia son la norma terapéutica. Pero todo este cambio, no ha venido solo. Ha sido producto de la investigación seria y responsable, del estudio de miles de enfermos tratados y de la observación rigurosa de sus resultados (Arraztoa, 2007).
A continuación, como parte de la guía de tratamientos oncológicos, se llevará a cabo una descripción de su significado e implicaciones.
Cirujano oncólogo: cirujanos que se dedican a la resección de los tumores malignos y benignos, además de saber operar, conocen y adoptan el principio de tratamiento multidisciplinario con dedicación exclusiva a la enfermedad (cáncer) (Correa, 2016).
El oncólogo quirúrgico: es un especialista de la cirugía con conocimientos de cáncer más allá de la técnica quirúrgica (Soteras, 2020).
La cirugía oncológica: extirpa el tumor y el tejido que lo rodea durante una operación (Junta Editorial de Cáncer.Net – ASCO, 2019).
La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) acaba de reconocer a la cirugía oncológica como uno de los avances en la lucha contra el cáncer en 2020. La cirugía ha sido siempre uno de los pilares fundamentales en el tratamiento del cáncer. Sin cirugía, históricamente, un tumor sólido no tenía posibilidad de curación, aunque ahora ya no es así en todos los casos. Por ejemplo, en el cáncer de próstata, según el estadio puede ser tratado con radioterapia o la combinación de radioterapia y terapia hormonal. La cirugía tiene ahora un papel fundamental en recuperar pacientes que en el pasado estaban en el límite de la viabilidad de la cirugía, esto se debe a las nuevas terapias innovadoras que ha permitido que la cirugía se reinvente. Ejemplo, tumores que inicialmente no pueden ser resecables, posterior a la quimioterapia y a la radioterapia se podrán operar sin tanto riesgo para el paciente. Además, se ha evolucionado en la tecnología quirúrgica, se ofrece al paciente menos invasión y menos agresividad, como la utilización de la laparoscopia en determinados casos. No hay límite para operar tumores sólidos localizados en cualquier órgano. El límite está en un tumor avanzado, aunque, hay algunos casos de enfermedad a distancia (metástasis) donde se puede operar (Soteras, 2020).
Es por ello que, existen muchos motivos para realizar una cirugía, entre los que destacan: (Junta Editorial de Cancer.Net – ASCO, 2019).
Para diagnosticar el cáncer: la biopsia es la principal forma de diagnóstico para la mayoría de los tipos de cáncer. En una biopsia quirúrgica, el cirujano realiza un corte en la piel llamado “incisión en la piel”. Luego, extirpa parte o la totalidad del tejido sospechoso. Posterior el material es estudiado por Anatomía Patológica para concluir si el tejido es maligno o benigno. Si es maligno se determina el tipo de célula tumoral.
Determinación del estadio: la cirugía de determinación del estadio se utiliza para averiguar el tamaño del tumor y si el cáncer se ha diseminado y hacia dónde. El médico también suele extirpar algunos ganglios linfáticos cercanos al cáncer para determinar si se ha diseminado. Los ganglios linfáticos son órganos minúsculos con forma de guisante que ayudan a combatir las infecciones. Durante esta misma intervención, denominada también, cirugía curativa o primaria, se puede extraer el tumor.
Cirugía de reducción de masa: algunas veces, el cirujano no puede extirpar el tumor entero, o la extirpación podría dañar demasiado el cuerpo. En estos casos, la cirugía se usa para eliminar la mayor cantidad posible de tumor.
Paliación: la cirugía paliativa alivia los efectos secundarios causados por un tumor. Mejora en gran medida la calidad de vida de las personas con cáncer avanzado o enfermedad diseminada. Se utiliza para aliviar el dolor, combatir una obstrucción intestinal o compresión de algún nervio y detener algún sangrado.
Reconstrucción: después de una cirugía principal para extirpar un tumor, las personas pueden optar por someterse a otra cirugía para recuperar el aspecto y las funciones del cuerpo. Esto se denomina cirugía reconstructiva o plástica.
Prevención: la cirugía también se realiza para reducir el riesgo de aparición de cáncer. Por ejemplo, los médicos con frecuencia sugieren extirpar los pólipos precancerosos del colon para evitar el cáncer de colon. Además, las mujeres con sólidos antecedentes familiares de cáncer de mama u ovarios o mutaciones conocidas de los genes del cáncer de mama y del cáncer de ovarios *BRCA1 y BRCA2 podrán decidir realizarse una mastectomía (extirpación de la glándula mamaria) o una ooforectomía (extirpación de los ovarios) (Lawrence, 2019).
Efectos secundarios de la cirugía oncológica
Dolor.
Infecciones.
Trombosis venosa profunda.
Hemorragias.
Inflamación, enrojecimiento o hematoma alrededor de la herida.
Entumecimiento alrededor de la herida.
Cansancio.
Pérdida del apetito.
Linfedema (es un efecto secundario frecuente que puede presentarse después de que se extirpan los ganglios linfáticos).
Disfunción de los órganos: la cirugía en ciertas áreas del cuerpo, como el abdomen o el tórax, puede ocasionar problemas temporales con los órganos cercanos.
Junta Editorial de Cáncer.Net – ASCO (2019) / AECC (2018).
De acuerdo a recomendaciones hechas por especialistas de la Fundación Tejerina (2020), existen algunas importantes a tomar en cuenta, entre las que destacan:
Ante la aparición de cualquier síntoma tras la cirugía es importante que lo consultes con tu cirujano, para que te informe y te prescriba el tratamiento más adecuado.
Mantener limpia y seca la herida quirúrgica.
Manejo adecuado de sondas y drenajes.
Alimentación rica en proteínas
Consumir abundantes líquidos (según el tipo de cirugía realizada).
Realice paseos cortos en casa y ejercite suavemente los músculos evitando el reposo absoluto en cama.
No levantar objetos pesados.
Control de los signos vitales (temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria y tensión arterial).
*BRCA1 y BRCA2 son genes relacionados con las formas hereditarias del cáncer de mama y ovario. Actúan normalmente como supresores de tumores, es decir, ayudan a regular la división celular. Cuando estos genes se vuelven inactivos debido a una mutación, el resultado es un crecimiento celular incontrolado, lo que conduce a la aparición del cáncer.