Cada año, se diagnostica a más de medio millón de mujeres con cáncer de cuello uterino, y se producen alrededor de 311.000 muertes. Se proyecta que ese número aumentará a 460.000 muertes para el 2040, casi un 50 % más que en 2018, si no se toman medidas urgentes. El cáncer de cuello uterino es la principal causa de muerte por cáncer de las mujeres en más de 40 países. Cada dos minutos, una mujer muere de cáncer de cuello uterino en el mundo (Unión Internacional Contra el Cáncer).
En Venezuela, el cáncer de cuello uterino ocupa la segunda causa de muerte oncológica en la mujer. La mayor incidencia es en mujeres de 35 a 54 años y la mayor mortalidad en mujeres de 45 a 54 años. Durante el 2019, una mujer en nuestro país perdió 24 años de vida a causa de cáncer de cuello uterino (Estudio de la mortalidad e incidencia del cáncer en Venezuela, 2019).
La infección crónica del Virus de Papiloma Humano (VPH) es la causa fundamental en más del 99% de los casos de cáncer de cuello uterino. El VPH es la infección de transmisión sexual más común y la mayoría de la población sexualmente activa entra en contacto con el virus a lo largo de su vida. Están descritas más de 130 variedades de VPH de los cuales, al menos 14, se consideran como de alto riesgo para el desarrollo de cáncer. Los subtipos 16 y 18 causan aproximadamente el 70% de todos los cánceres.
Hay tres pilares importantes para prevenir el VPH y por ende el cáncer de cuello uterino: relaciones sexuales responsables, control ginecológico anual y colocación de la vacuna contra el VPH. La vacunación frente al VPH, al evitar la infección persistente y el desarrollo de lesiones preneoplásicas, se considera la mejor estrategia. Es segura y eficaz administrarse en los niños y adultos jóvenes de 9 a 26 años (Sociedad Española de Oncología Médica). El 84 % de los países de altos ingresos han introducido la vacuna contra el VPH, frente al 31 % y el 12 % de los países de bajos y medianos ingresos, respectivamente. El acceso equitativo a la vacuna es crucial (Unión Internacional Contra el Cáncer). En Venezuela no se cuenta con la vacuna en el Esquema Nacional de Vacunación; está disponible solo en centros privados. Se alienta a las personas, quienes cuenten con la posibilidad, que se administren la vacuna para reducir la incidencia y mortalidad, no solo de cáncer de cuello uterino, sino de vulva, vagina, ano y orofaringe.
La detección temprana del cáncer de cuello uterino aumenta mucho más las probabilidades de curar y tratar la enfermedad en sus etapas iniciales. La tasa de supervivencia a cinco años del cáncer de cuello uterino varía en todo el mundo, desde un 37 % a un 77 % (Unión Internacional Contra el Cáncer).
Para ampliar este tema contamos con la Especialista en Ginecología y reproducción Humana de la Clínica de Prevención del Cáncer de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela y Coordinadora de las Unidades de Clínicas Móviles, la Dra. Yrama Baloa.
Sus Datos de contacto: direccionucm@sociedadanticancerosa.org / IG@dra.yrama.
Existen diversas causas del cáncer de cuello uterino, la principal es la exposición al Virus de Papiloma Humano mediante las relaciones sexuales. Puede producirse a consecuencia de la actividad sexual a temprana edad, múltiples parejas sexuales, infecciones vaginales a repetición, falta de control anual ginecológico, sin realización de colposcopia.
Nota> Una colposcopia se usa para detectar células cancerosas o células anormales que se pueden volver cancerosas en el cuello uterino, la vagina o la vulva. Estas células anormales, en ocasiones, se denominan “tejido precanceroso” (Sociedad Americana de Oncología Clínica, 2020).
La detección precoz de las lesiones precancerosas de cuello uterino son extremadamente determinantes para la progresión de este tipo de cáncer. Si realizamos un buen examen físico con citología y colposcopia anualmente, podemos pesquisar a tiempo cualquier lesión precancerosa y tratarla a tiempo para evitar la aparición del cáncer de cuello uterino.
La mejor manera de prevenir el cáncer de cuello uterino es la realización anual de la citología y colposcopia.
Sí, hay vacunas disponibles para ayudar a disminuir la incidencia de cáncer de cuello uterino en la población. Existen diversas casas comerciales y se aplican desde la infancia hasta la edad adulta, disminuyendo su protección, mientras más tarde se exponga a la vacuna.
La principal función de las Unidades de Clínicas móviles de la Sociedad Anticancerosa consiste en abordar distintos tipos de poblaciones para así brindar una atención oportuna en materia de pesquisa de cáncer de cuello uterino, mamá y piel y así detectar a tiempo lesiones precancerosas y poder referir a la Clínica de Prevención del Cáncer o a cualquier otra instalación de materia oncológica para tratar dichas lesiones y mejorar la calidad de vida de las mujeres, disminuyendo su protección, mientras más tarde se exponga a la vacuna.
Los servicios de las Unidades de Clínicas Móviles pueden solicitarse a través de: www.sociedadanticancerosa.org o a través de nuestras cuentas en Instagram: @sociedadanticancerosavzla, Twitter @Santicancerosa y direccionucm@sociedadanticancerosa.org
Es importante resaltar la necesidad de implementar a nivel nacional unas estrategias precisas para la prevención y diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino (educación en salud sexual, controles ginecológicos, más citologías anuales y vacunación de VPH) lo que favorecería en la reducción de la incidencia y mortalidad por este tipo de cáncer.
Mujeres jóvenes mueren por cáncer de cuello uterino, dejando niños huérfanos y vulnerables, y las familias no solo sufren la pérdida de un ser querido sino pérdidas económicas tratando de solventar los gastos de esta enfermedad.
Eliminar el cáncer de cuello uterino se considera una rentable inversión, porque reducirá el gasto y la carga del sistema de salud a causa del tratamiento de esta patología e impedirá la pérdida de productividad de las mujeres en los mejores años de su vida laboral (Unión Internacional Contra el Cáncer).