No sólo los hábitos alimentarios y los comportamientos suelen cambiar en una persona con cáncer, también se producen cambios en la forma como el cuerpo utiliza los nutrientes.
Los Cambios en los Hábitos Alimentarios y en la Conducta Alimentaria: Comer los mismos tipos y las mismas cantidades de alimentos que usted disfrutaba antes de su diagnóstico de cáncer muchas veces es difícil. Comer menos es la respuesta habitual, pero comer más tampoco es raro.
Algunos alimentos pueden ser menos atractivos, consecuentemente puede comer menos de ellos. Los problemas nutricionales que tenía antes de su diagnóstico se pueden agravar con el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, si usted es sensible a ciertos tipos de alimentos, después de su diagnóstico de cáncer, puede hacerse mucho más sensible a ellos.
Hacer frente a los cambios en sus hábitos de alimentación puede parecer abrumador. Además de sentirse ansioso por no comer suficiente cantidad de ciertos tipos de alimentos. O también tener miedo de comer alimentos equivocados y pocas cantidades. Estas reacciones son normales.