Nuestro sistema inmunológico produce células que se encargan de combatir a las células cancerígenas. Cuando la persona está sometida a estrés, estas células disminuyen por el aumento de las hormonas corticoides (adrenalina y cortisol). Cuando el estrés se genera por periodos cortos de tiempo, no supone un peligro, ya que cuando desaparece el factor estresante, disminuye el nivel de corticoides producido por el organismo y vuelve a aumentar el de las células NK (por las siglas de su denominación en inglés, natural killer, «asesina natural» en español), células asesinas naturales, las cuales juegan un papel importante en la eliminación de tumores y células infectadas por virus. Pero, el riesgo aumenta cuando el estrés se prolonga por largo tiempo, ya que las células NK se ven reducidas y no pueden identificar a las células cancerígenas (Pocino y Castés, 2009; Sirera, 2006; Velásquez, 2011).
La autora Almudena Prieto (2004) resume que el estrés emocional influye en la aparición de distintas enfermedades por: alteración de la función de las células NK, alteración en la producción de anticuerpos, alteración de los mecanismos encargados de frenar el proceso de producción de anticuerpos y por la inhibición de la producción de interferón (proteínas que estimulan el sistema inmunológico).
De igual manera, Prieto (ob.cit) recalca que las emociones y las actitudes negativas en los pacientes con cáncer pudieran intervenir en la respuesta a sus tratamientos. En este sentido, hay que promover que el paciente cultive emociones positivas, que el cerebro registre estas emociones y así aumentar las habilidades inmunológicas para luchar contra el cáncer.
Un porcentaje significativo de pacientes que acuden a mi consulta de Radioterapia Oncológica tienen problemas para perdonar. Durante el periodo de tratamiento nos hemos dado cuenta que es indispensable sanar las heridas emocionales para poder lograr una mayor respuesta a los tratamientos contra el cáncer y evitar la deserción de los mismos.
Perdonar es encontrar la paz y transitar por la vida más livianos, recuerda que la venganza y el odio son tan pesados como cargar una gran roca en nuestra espalda. El perdón es una virtud que se relaciona con la gratitud y bondad.